Victoria Hernández Valcárcel

Resulta difícil conseguir que Victoria Hernández me pueda atender durante unas horas. Sus idas y venidas por el mundo en  viajes de negocios forman parte del día a día de esta barcelonesa, emprendedora y viajera incansable. 

Su actividad profesional conlleva asentar campamento en cualquier parte del mundo, cuando por fin contacto con ella, se encuentra en su domicilio de París. 

Hace más de treinta años, que esta ingeniera experta en nuevas tecnologías ejerce como alta ejecutiva en banca y en diversas empresas a nivel internacional. Gracias a su experiencia en innovación de telecomunicaciones desarrolla, además, una importante labor de selección para atribución de subvenciones a empresas dentro de la Comisión Europea.

La pandemia te ha sorprendido en París, imagino que no seguirás en Francia mucho tiempo, ¿cuándo reinicias tus viajes de negocios?

Por el momento estoy a medio proceso de vacunación y deseando volver a viajar. Me encuentro ahora como un Ferrari en boxes, calentando motores. 

El primer confinamiento me sorprendió en Tarragona, allí permanecí bastante tiempo gracias al teletrabajo, hasta que tuve que regresar a París y aquí sigo. 

Espero que pronto volvamos a la normalidad, aunque nada vuelva a ser lo mismo, sin duda nos adaptaremos a los cambios. 

Cursaste estudios en París siendo todavía muy joven. ¿Te ayudó aquella primera aventura a convertirte en una mujer cosmopolita? 

Bueno, yo llegué a París con un contrato de trabajo. Me licencié en Ingeniería en la UPC. Una vez en París, cursé un Máster en INSEAD, Instituto Europeo de Administración de Negocios. 

A veces empiezas las cosas como una aventura y después… Yo pensé, ya volveré a Barcelona y al final aquí me quedé. Me sentí a gusto, la ciudad te ofrece muchas cosas…

Llegaste a París para una estancia corta y te quedaste. 

París es una ciudad muy bonita. Aquí empezó mi trayectoria profesional y aquí me siento bien, pero también Barcelona es cosmopolita, es como París, pero más pequeña.

Después, compaginando el trabajo en diferentes empresas, mis estudios continuaron. Cursé estudios en la Business Council of British Columbia, incluso ahora, durante el confinamiento he aprovechado para estudiar. 

Soy especialista en tecnología e innovación, pasé 25 años creando operadoras de telecomunicaciones y desarrollándolas más adelante, dos mil trabajadores en dieciocho meses… 

También consolidé mis estudios sobre economía con un Máster en finanzas en Harvard porque, naturalmente, si estás trabajando en esos términos al final necesitas también unos conocimientos acordes al puesto que ocupas.

Te mueves en el mundo de los negocios como pez en el agua, en ocasiones siguiendo un ritmo de vida frenético. 

Cuando necesitas parar, tomar un respiro deseando que el tiempo se detenga ¿En qué lugar del mundo puedes disfrutar de esa sensación de hogar? 

Para relajarme paso un mes de vacaciones en un pueblecito de la costa de Tarragona. 

Esos días no suelo aceptar invitaciones de amigos para viajar, por muy atractiva que sea la propuesta, Bali, un crucero… Ninguno de ellos ha conseguido arrancarme de allí. 

Para desconectar lo mejor para mí es ese rincón del mundo que considero mi pueblo: l’Hospitalet de l’Infant. En mi apartamento frente al mar.

Algo que siempre te acompañe en tus viajes de negocios…

Mi desayuno es sagrado, mi porridge, unas gachas de avena que suelo tomar en casa. Mis bolsitas de té, que compro en la tienda de siempre cuando estoy en casa, viajan en mi maleta.  

Madrid-Barcelona-Bruselas son tus trayectos más habituales. Para ti subir a un avión es como coger un taxi. (Sonríe mientras afirma con la cabeza) ¿Te sientes en tu casa en esas ciudades? ¿Qué te hace sentir más cómoda en ellas?

Normalmente mis viajes de negocios son cortos, a Bruselas, a Londres también voy a menudo. Roma era otro de mis destinos frecuentes antes de la pandemia.

En el alojamiento necesito poder relajarme y desconectar. Para mí es importante leer un rato antes de dormir, contar con un espacio cómodo que me haga sentir a gusto. 

De todos modos, a mí viajar me gusta, me gusta cambiar de idioma, cambiar de cultura…

Una noche, durmiendo en la cama de un hotel, me desperté de madrugada y durante unos segundos no supe reaccionar, me quedé en blanco porque no sabía en qué país me encontraba. Si ahora tengo que llamar a recepción ¿en qué idioma hablo?, pensé. Un minuto después, por la decoración, reconocí la cadena de hoteles y recordé la ciudad donde en ese momento me hallaba.

En ocasiones los viajes de negocios los programa la empresa con la que estás trabajando. ¿Has quedado satisfecha de los apartamentos corporativos que han puesto a tu disposición? 

Los apartamentos que he utilizado son apartotel y están bastante equipados. Normalmente, para estancias de una semana, prefiero la comodidad de un apartamento, resulta más cálido que una habitación de hotel. 

Me aseguro de que disponga de algún tipo de equipamiento deportivo para poder hacer algo de ejercicio. Caterina.house podría ser una buena opción para futuras ocasiones, en realidad sus alojamientos cumplen todos los requisitos.

Durante tus viajes profesionales, también coinciden a menudo ejecutivos de diversas empresas. Sé que eres amante de la cultura, así que te imagino disfrutando también de ella. Según tu experiencia: ¿Aprovechan los profesionales desplazados sus viajes para disfrutar de funciones, conciertos, exposiciones, etc.? 

Me hace gracia esta pregunta. Sin embargo, mucha gente tiene idealizados los viajes de negocios, en realidad, no nos queda demasiado tiempo para visitar la ciudad, ver museos o asistir a espectáculos. Aunque alguna cena sí que podemos improvisar.

La verdad es que los intercambios de conocimientos no siempre se hacen en reuniones; Sin embargo, un café, una comida con compañeros de trabajo, eso sí que podemos hacerlo en ocasiones.

Tus momentos de evasión de los negocios se sitúan en: ¿la playa, montaña, deporte…? ¿Te resulta fácil encontrarlos allí donde te conducen tus viajes de negocios?

La playa representa mis mejores momentos de relax, pero solo en vacaciones. Nadar, caminar por la playa. 

En mis viajes profesionales sí procuro continuar con mi rutina deportiva, es un requisito imprescindible durante mis desplazamientos profesionales. 

Entrevista de Rocío Corriàs – Escritora / Storyteller