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30 March 2021

La Gran Dama del periodismo español

Una vida dedicada a la escritura y el periodismo

Mª Luz Morales nació en A Coruña en 1889. Fue la primera mujer en España que dirigió un periódico de información general y de ámbito nacional, La Vanguardia.

Su familia se trasladó a Barcelona cuando ella era solo una niña y aunque nunca perdió el contacto con sus raíces gallegas, residió en la Ciudad Condal el resto de su vida. 

Los inicios siempre son difíciles, pero ella con tan solo veinte años, ganó el concurso de redacción convocado por la revista “El Hogar y la Moda”. Eso le abrió las puertas de la prensa y empezó a trabajar como redactora. Tres años después, en 1923, se convirtió en directora de la publicación.

Su formación universitaria en Filosofía y Letras, poco común entonces entre el género femenino, le permitió consolidarse como profesional reconocida. Con una vocación definida, empezó a escribir artículos en diversas revistas como “Lecturas” o “Films Selectos”.

Familiarizada con el castellano, catalán y gallego, dominaba además varias lenguas extranjeras como inglés, francés o portugués, lo que le permitió destacar también en la traducción y adaptación de textos. 

Sus inicios en La Vanguardia

A mediados de los años veinte Mª Luz se incorporó a la redacción de La Vanguardia. El prestigioso diario, después de hacer un seguimiento de sus publicaciones, se interesó por la joven columnista y le propuso colaborar con temas de moda y de interés para la mujer. 

Sus escritos de contenido femenino revelaban un nuevo enfoque. Una buena emprendedora sabe que debe aportar algo nuevo. Ella ofreció un punto de vista distinto al de otras publicaciones de la época. 

Pronto su escritura abarcó también otros contenidos y se especializó en la crítica de cine, que firmó bajo el seudónimo de Felipe Centeno

Como experta en cine, despertó el interés de la productora norteamericana Paramount. 

Los directivos de la firma quedaron impresionados al descubrir una jovencita escritora bajo la identidad de Felipe Centeno. Gracias a su gran profesionalidad, aquello no fue un impedimento para su contratación en la “Revista Paramount”.

 

Mujer viajera infatigable 

En 1928 Mª Luz ingresó en la Asociación de Periodistas de Barcelona, consagrándose además como profesional de prensa. 

Durante los años treinta, la periodista colaboró también en diversas publicaciones como el diario El Sol, compartiendo páginas con Ortega y Gasset o Marañón, entre otros intelectuales. 

En sus habituales viajes profesionales a Madrid la periodista se alojaba en la Residencia para Señoritas. Allí conoció a mujeres destacadas como Marie Curie o Gabriela Mistral. 

En 1931, sin abandonar su profesión, presidió en Barcelona la Residencia Internacional para Señoritas Estudiantes y el Lyceum Club. Una labor que demostraba su preocupación por la formación de las jóvenes.

No fueron los únicos viajes de la periodista, que quiso mantener siempre vivas las raíces con su Galicia natal, donde también hizo aportaciones en lengua gallega.

Al estallar la Guerra Civil, las autoridades incautaron La Vanguardia, CNT-UGT ocuparon la rotativa y destituyeron al director. Los compañeros de redacción y corresponsales apoyaron de forma incondicional el nombramiento de Mº Luz como directora. 

 

La primera mujer directora de un periódico de gran tirada nacional.

La periodista sentó un precedente en la historia como mujer emprendedora, al igual que Caterina Llull Sabastida, dejó a su paso una estela que marcó el camino al éxito profesional. 

De política que se encargue otro, yo solo haré periodismo”. Esa fue la primera de las dos premisas que la mujer impuso para aceptar la responsabilidad encomendada. La segunda: que su nombramiento sería provisional. 

Gran Señora de la prensa

Ecuanimidad, tolerancia y honestidad, brillaron bajo su dirección en el diario, ganándose el apelativo de “gran Señora de la prensa” por parte de sus compañeros de profesión.

Encarcelada varias veces

Sin embargo, su postura apolítica no la dejó al margen de ella. En 1939, como muchos periodistas, fue cesada y encarcelada. Tras su puesta en libertad continuó escribiendo bajo los seudónimos de Ariel y Jorge Marineda

En 1940 fue denunciada por su etapa como directora de La Vanguardia y de nuevo encarcelada, en esta ocasión en un convento de monjas de la ciudad de Barcelona habilitado como prisión. 

Con la idea fija de retomar su pasión por el periodismo, en 1949 volvió a publicar en Diario de Barcelona, en esta ocasión con artículos de género teatral.

Era una trabajadora incansable. Dedicó largas jornadas a la divulgación de la cultura. Escribió, tradujo textos y adaptó diálogos cinematográficos al español. Su laboriosa vocación le llevó también a escribir obras de teatro y novelas. 

Literatura infantil y periodismo cultural

En su faceta dedicada a la literatura infantil, Mª Luz hizo adaptaciones de obras clásicas de la literatura, publicadas bajo la editorial que ella misma dirigió, Ediciones Araluce.  

Obtuvo durante su larga trayectoria diversos premios y reconocimientos, tanto por su labor periodística como cultural. La escritora y directora del Observatorio Cultural de Género, MªÁngeles Cabré, la calificó como una pionera en periodismo cultural profesional de nuestro país.

Una experta en el séptimo arte que aportó también su grano de arena en el género. En 1958 su novela "El amor empieza en sábado" fue llevada al cine bajo la dirección de Victorio Aguado Candela. 

En su faceta como antóloga, publicó en 1970 Libro de Oro de la poesía en lengua castellana. Su legado al lector es extenso y variado, MªLuz nos dejó una herencia literaria de gran valor. 

 

 

Escribir y respirar, la misma cosa

Nunca dejaré de escribir, porque me resulta tan necesario como el respirar”. Mª Luz resumió así muy bien su carrera, porque no dejó de escribir hasta que falleció a los 91 años, en Barcelona en 1980.

Para las mujeres dedicadas al periodismo, la figura de Mª Luz Morales Godoy, es un ejemplo de profesional que supo unir su carisma y talento al esfuerzo y trabajo diarios.

En una entrevista a La Vanguardia en 1972, afirmó: “Ni feminismo, ni masculinismo. Hombres y mujeres, personas, como Dios nos ha hecho”. 

¿No crees que es evidente para el lector, que los profesionales de la pluma y el papel tienen la responsabilidad de escribir sintiéndose libres?

Puede que esa idea sea también parte del legado de Mª Luz Morales Godoy.

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